A la vuelta comienzan las preguntas, se escabullen las respuestas y los recuerdos pasean solteros por tu cabeza con trajes de otoño. Comienza el desfile de reproches, las actitudes de provecho y las razones viudas. Entonces es el momento de hacer balance. De buscar lo que siempre te has dejado cuando viajas a África, de saber que los que allí quedaron ni ganas tienen de una vida como la nuestra. El equipaje es pesado, la sensación es espesa. Pero entonces, miras a ese vaso que tienes encima de la mesa y vuelves a verlo medio lleno. Si algo tiene la sonrisa de estos pueblos es la capacidad albergada de esperanza. Si algo le falta es apoyo y si algo no necesita es compasión.
Vuelve a pasar la ronda de mus y sabes que vas a pasar en “grande” para intentar jugar a “chica”, algo que sabes que, evidentemente en mus es perdedor, pero que en la vida propia siempre es tendencia. Y entonces llegas a casa, nada te importa demasiado. Piensas en lo relativo y sueles tener un poco más de comprensión. Pero todo dura poco. Pronto el vaso estará medio vacío, sin saber lo que perdemos en él. Sin valorar lo que queda de agua, la ilusión de otro trago. Las calles de las ciudades tienen luces y en las tiendas suenan músicas de alegría, villancicos y la gente compra como irremediablemente cosas solo por ir de “compras”. Y ahora cierro este capítulo hasta el próximo, con ese vaso medio lleno que pronto estará medio vacío y cierro estas líneas y veo una pintada en la pared de anoche, justo camino del aeropuerto, a punto de coger el avión a lo que dicen el “buen mundo”, un muro blanco, un spray rojo: “África is the Future”.. reza la frase.. entonces pienso: ¿y si fuera verdad?..
Miro ahí afuera por la ventanilla del taxi, entonces todo está oscuro.. cojo el avión:"cerrada rampa armamos crochet."
Vuelve a pasar la ronda de mus y sabes que vas a pasar en “grande” para intentar jugar a “chica”, algo que sabes que, evidentemente en mus es perdedor, pero que en la vida propia siempre es tendencia. Y entonces llegas a casa, nada te importa demasiado. Piensas en lo relativo y sueles tener un poco más de comprensión. Pero todo dura poco. Pronto el vaso estará medio vacío, sin saber lo que perdemos en él. Sin valorar lo que queda de agua, la ilusión de otro trago. Las calles de las ciudades tienen luces y en las tiendas suenan músicas de alegría, villancicos y la gente compra como irremediablemente cosas solo por ir de “compras”. Y ahora cierro este capítulo hasta el próximo, con ese vaso medio lleno que pronto estará medio vacío y cierro estas líneas y veo una pintada en la pared de anoche, justo camino del aeropuerto, a punto de coger el avión a lo que dicen el “buen mundo”, un muro blanco, un spray rojo: “África is the Future”.. reza la frase.. entonces pienso: ¿y si fuera verdad?..
Miro ahí afuera por la ventanilla del taxi, entonces todo está oscuro.. cojo el avión:"cerrada rampa armamos crochet."
... lo basico lo conseguimos en Occidente hace bastante tiempo: agua caliente en el grifo, sin limites, alimentos, seguridad y cobijo... y ciertas garantias de progreso.
La compra de "cosas" da pequenyas satisfacciones, pero las da. Quiza es el temor a plantearse retos mayores... mayores fuentes de felicidad...
De Africa no puedo hablar.
En Asia el motto a mi regreso fue "he ahi otra version de la humanidad"... supongo que Africa va por ahi tambien, en cuanto al tamanyo de las diferencias.
Un abrazo!
Publicado por: Pedro Abadia | 15 diciembre 2009 en 01:16 a.m.
el vaso está y estará siempre medio lleno.Estamos vivos, somos libres y es nuestra responsabilidad/obligación y derecho ser felices...sobre todo por nosotros y por los demás.
Viajar a Africa parece que te conecta, te humaniza y tus textos ganan sensibilidad y profundidad. Thanks...
Publicado por: María Guerrero | 15 diciembre 2009 en 04:28 p.m.
Thanks for sharing with us. It is awfully good of you.
Publicado por: ClubPenguinCheats | 21 agosto 2010 en 11:10 a.m.
Make your life more simple get the loan and everything you require.
Publicado por: RiosFaith | 26 enero 2011 en 04:38 a.m.