Hace ya algún tiempo que se sabe que algo está pasando en África. Los más aventajados como Xavier Sala Martín, del cuál se ha hablado en esta bitácora, nos pronosticaban que las cosas estaban cambiando en algunos de los factores económicos del continente.
De todos es sabido que, desde hace algún tiempo, India, sobretodo China y, en general, los países emergentes, estaban comenzando a deslocalizarse hacia países en África. LA situación ha sido y es dramática. A la vez que los pocos escrúpulos y respecto por la contaminación, el medio ambiente y las condiciones laborales se iban extendiendo, primero por los corruptos países africanos, y luego por el resto a la llamada de la prosperidad, los ciudadanos de los países emergentes, cada vez con más clase media y más economía del bien estar convertían de esta manera a África en el estercolero del mundo.
Yo mismo en alguno de mis viajes, he podido ver las condiciones de los plásticos en algunas regiones y el trato vejatorio al ecosistema y su sobreexplotación en diversos países.
Por otro lado, cuando uno visitaba África, hasta ahora la desesperación de un continente sin posibilidades se apropiaba de tu pensamiento. La búsqueda de soluciones, la cooperación ,la ayuda humanitaria y los proyectos de desarrollo económico local, siempre se han visto como un saco sin fondo de difícil arreglo. Están tan lejos de todo que todo parecía lejano.
Pero hace algún tiempo que, debido a esta Infra economia que está
introduciendo China en África, se están viendo atisbos de
oportunidades. Poco a poco el mercado de producto de bajo coste y el
leve poder adquisitivo que promueve la implantación de las cadenas de
valor de estos países emergentes allí, está generando, muy poco a poco,
pequeños niveles de economíaa de mercado y de oferta y demanda.
Y al fin, esa gran palabra: el consumo. La palabra que todo lo cura y
que llama al liberalismo y pronto a la calidad de vida y, al fin, a lo
que nosotros encontramos como (quizá equivocadamente): DESARROLLO.
El caso es que, todo esto lo digo, porque, paradójicamente, después de
todos los esfuerzos de cooperación, de equilibrio norte-sur, etc,etc.
Lo que está consiguiendo un poco de aire, al menos, es el mismo mal que
les atañe.
Es curioso este caso de fagocitación “positiva”. Y bueno, simplemente
es que tenía pensado este post tras constatar, esta mañana, en mi
bandeja de entrada esta realidad. Lo que me hizo pensar que aún queda
esperanza es que tenía un Newsletter de IESE ofreciendo un programa que
se titula “New Business ERA in África”.. si hasta las escuelas de
negocio se están preocupando por formar en estos mercados.. será que es
cierto, que comenzamos a ver la luz… (con todas las comillas, por
favor, entiéndanme mis lectores)
Así que nada, comencemos por fin a ver África como una oportunidad y no
como un problema. Este es el mensaje que quería dar en este post,
aunque sea con la banal excusa de aquel Newsletter. Desde ahí,
seguramente que muchas cosas cambiarían.
Últimos comentarios