Ayer me sorprendió en "El País" un artículo/manifiesto firmado por Esko Aho, presidente de SITRA, el fondo de innovación de Finlandia conjuntamente con otros grandes actores de la innovación en Europa, que se titulaba “ Cómo construir un Silicon Valley en Europa”.
No es que no esté de acuerdo con el fondo de la cuestión (un desesperado grito a la clase política europea para poner por delante los intereses competitivos del conjunto de Europa sobre las políticas cortoplacistas y el café para todos): Nada más lejos de mi opinión. Efectivamente, la llamada a la focalización y prioridad de objetivos y a la definición de una vez por todas de un plan estratégico claro es algo que comparto absolutamente.
¿Dónde está el problema?: Veamos….
El documento plantea apostar sobre cuatro vectores y un concepto estrella:
1. Construir sobre los puntos fuertes ya existentes
2. Concentrar los recursos en hacer unas cuantas cosas realmente bien.
No dispersar el dinero. Escoger sólo algunas de las regiones y sectores
más prometedores a la hora de prestarles apoyo.
3. Ser abiertos. Alentar a las personas con talento, se hallen en la
región del mundo en la que se hallen, a que trabajen en los clústeres
de Europa.
4. Realizar estudios comparativos, supervisar y ser transparentes.
Y el concepto estrella: “una idea práctica a la que denominamos SIZE: Special Innovation Zones in Europe (Zonas de Innovación Especial en Europa).”
Pues eso, que, como diría el refranero español: “no hacía falta tanta alforja para tan corto viaje”. Es decir, para quedarnos aquí no hace falta juntar a todos estos sabios y repetir lo que todos tenemos claro. Y es que el contenido queda pobre y lleno de lugares comunes. Se le debe exigir a los firmantes un verdadero compromiso. Una apuesta y una definición clara y contreta sobre qué entienden ellos que son estos puntos fuertes, cuáles las zonas, con qué criterios y con qué indicadores.
Hay que mojarse señores. Diagnóstico nos sobra, por tanto, ya conocen ustedes nuestras zonas y nuestra economia. Ahora contesten a las preguntas de una manera contreta: Qué es una Size exactamente? Qué regiones en Europa lo son?
Son una ciudad, un estado, un cluster concreto? Qué es lo que hace que
una zona sea “especial” Dígannos cuales son exactamente, con nombres y apellidos… y por último, el eterno dilema: dónde
apostamos? En los sectores del PIB? en los emergentes? En los
sostenibles y responsables?
Ustedes son los expertos. Yo esperaba de los firmantes (me consta que son de un altísimo nivel) un poco más de implicación.
Y bueno, “last but no least”… es que todavía no hemos aprendido que
Silicon Valley sólo hay uno? Es que no hemos asistido todos a ciento
catorce mil exposiciones de las claves del modelo? Acaso la única
conclusión de todo esto no es que el ecosistema de innovación
(universidad, capital, sociedad, leyes, etc..) de California y Silicon
Valley es único e inimitable. Señores, la innovación está en encontrar
el modelo propio y no copiar los demás. Más bien lo contrario, nuestro
drama en los últimos tiempos ha sido ese complejo de micro-valleys que
ha contagiado a todos los alcaldes, consejeros y ministros para montar
setas por todas partes. El resultado: “Yo quiero mi Silicon aquí” y el
desastre consabido.
Por tanto, de acuerdo con la forma, los firmantes y el contexto global
que plantea el artículo. Pero esperamos algo más. En sus manos está
definirnos por dónde tienen que ir los políticos y no exigirles que nos
lleven por el buen camino sin decirles cuál es.
En fin, que este manifiesto, evidentemente no pasará a la gloria de las propuestas que cambiaron el rumbo de nuestra vieja Europa. Eso está claro…
Y nada, por último: la gran pregunta.. será Barcelona una SIZE? Y Catalunya? Y España?... hagan sus apuestas…
Desde luego, por lo que me temo, en ninguna de estas tres capas se apostará de una manera clara.. siempre suele ser más fácil el café para todos.
Sergio, estoy bastante de acuerdo con tu visión. Para empezar, desconfío del cocnepto de cluster a estas alturas. Funcionaron en un momento dado, y creo que menos de lo que se dice. Quizá en forma de distristos industriales italianos me gustan más pero, en cualquier caso, a estas alturas querer buscar un Silicon Valley en Europa me parece desfasado y aburrido además. Quizás es que tiendo más a mis propias lecturas y me gustan más como unidad de análisis los knowledge hubs, por ejemplo, que ya existen.
Lo único que rescato como aportación es la dimensión, exactamente eso hace falta. Políticas de innovación científico-tecnológica en clave europea. Ahí reside precisamente la fortaleza del viejo continente frente a la emergencia económica en otras partes del mundo.
Publicado por: Manuederra | 22 julio 2008 en 08:57 a.m.